Boletín técnico

La finalidad de Eure!TechFlash es desmitificar las nuevas tecnologías y hacerlas transparentes para animarlo a usted, como reparador profesional, a seguir el ritmo de la tecnología.

State of the art Sensors and Actuators

28.02.2024
La industria de la automoción se mantiene en constante desarrollo tecnológico para producir vehículos más confortables y de mayores prestaciones, a la vez que más seguros y respetuosos con el medio ambiente. Gran parte de esta evolución, se consigue gracias a la electrónica, incorporada para mejorar el funcionamiento de sistemas y elementos tradicionalmente mecánicos.
La interacción entre los sistemas mecánicos y la electrónica es posible gracias a los sensores, encargados de transformar en magnitudes eléctricas variables físicas de diversa índole, y los actuadores, encargados de transformar magnitudes eléctricas en trabajo físico.
Los sistemas de encendido electrónico y de inyección de combustible, fueron los primeros sistemas controlados electrónicamente incorporados de forma generalizada en los automóviles. El trabajo de ambos depende de gran cantidad de parámetros físicos que varían constantemente (temperatura, presión, revoluciones, etc.) que influyen directamente en el funcionamiento y rendimiento del motor.
Los sistemas de regulación mecánica tradicionales son comparativamente lentos y poco precisos, logrando un funcionamiento del motor variable y, en ocasiones, poco efectivo. La regulación electrónica de las mismas funciones incrementa tanto la velocidad de respuesta como la precisión, permitiendo además simplificar la construcción de los elementos mecánicos para mayor fiabilidad del conjunto.
Por otro lado, la posibilidad de trabajo conjunto e interacción entre componentes puramente mecánicos es reducida pudiendo resultar incluso perjudicial, puesto que el fallo de un componente o sistema puede provocar el funcionamiento deficiente de los demás. A todo lo anterior se suma el desgaste de determinados elementos mecánicos, que obliga a realizar reajustes periódicos para mantener la funcionalidad dentro de márgenes aceptables.
Los sistemas electrónicos evitan en muchos casos la realización de ajustes periódicos compensando desgastes mediante bucles de medición y corrección continuos que compensan desgastes y desajustes a lo largo de la vida útil de los vehículos.
Ofrecen además la flexibilidad intrínseca del software, cuya programación permite la aplicación de un mismo sistema de control en diferentes vehículos, motores, etc. En niveles más desarrollados, las funciones lógicas y el software de autodiagnóstico informan sobre los posibles defectos de componentes o el rendimiento insuficiente de determinadas funciones, pudiendo incluso adaptarse para seguir funcionando de forma aceptable hasta la reparación de la avería.
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Cylinder Disconnect technology

28.02.2024
En algún momento del año 2010 el número de automóviles en circulación superó el billón de unidades y se calcula que, con una producción cercana a los 100.000.000 de unidades anuales, en el año 2035 esta cifra será de 1.8 billones aproximadamente.

El automóvil es el medio de transporte terrestre de mayor consumo energético por persona y kilómetro para tasas de ocupación tanto reales como máximas. Resulta por ello el más ineficiente y de mayor coste económico, tanto para el usuario como para la sociedad, siendo también el que mayores emisiones contaminantes emite a la atmósfera.
En lo referente al efecto invernadero y el recalentamiento global, los vehículos de menor capacidad y propulsados por motores de combustión resultan los que mayores cantidades de CO2 por pasajero producen, penalizando particularmente los automóviles de turismo por su elevada relación masa-prestaciones.
Las emisiones de sustancias contaminantes se han convertido en los últimos años en un problema de salud pública que las autoridades de los diferentes países intentan solucionar mediante normas de homologación cada vez más restrictivas, revisiones periódicas de los vehículos más exigentes y políticas de renovación del parque automovilístico.
La inclusión reciente de valores límite para las emisiones de CO2 en las normas de homologación ha propiciado la evolución técnica de los motores térmicos y el desarrollo de nuevas tecnologías para la reducción del consumo de combustible y por ende de las emisiones. Innovaciones como el Start & Stop, los sistemas hidráulicos pilotados electrónicamente o los alternadores de carga inteligente, reducen el trabajo y las cargas subsidiarias del motor para aumentar su eficiencia.
La gestión térmica del motor y la reducción de las pérdidas de calor es uno de los aspectos más evolucionados en los últimos tiempos.
La desconexión selectiva de cilindros es una de las medidas adoptadas por los fabricantes para reducir todavía más las emisiones y el consumo de sus motores. Consiste en inhabilitar parte de los cilindros del motor en determinadas situaciones de funcionamiento e incrementar el trabajo de los restantes para lograr un mayor aprovechamiento de la energía del combustible. La desconexión de los cilindros reduce las pérdidas térmicas a la vez que mejora la transformación de la presión de combustión en par de giro cuando la potencia necesaria es baja, situación bastante habitual en recorridos urbanos y extraurbanos a velocidad moderada sostenida.
Aunque la implantación generalizada de esta tecnología es relativamente reciente, la idea de la desconexión selectiva de cilindros cuenta ya con varios años de desarrollo y comercialización por parte de varias marcas bajo diferentes denominaciones. Podemos mencionar como ejemplos el sistema ACT (Active Cylinder Technology)  de Volkswagen o el ZAS (Zylinderabschaltung - sistema de control activo de los cilindros) de Mercedes, equipados en motores V8 y V12 desde principios de siglo.
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Diagnostics

28.02.2024
Hasta hace relativamente pocos años, la experiencia de los técnicos mecánicos provistos de unas cuantas herramientas básicas era generalmente suficiente para la reparación de los vehículos. Sin embargo, la constante evolución técnica de los automóviles y la incorporación de nuevos sistemas y componentes, aumenta la complejidad del diagnóstico de las averías, tarea que puede resultar errática o poco efectiva si no se tienen los conocimientos suficientes y se dispone de los medios necesarios.
Un protocolo de diagnóstico correcto y ordenado, aumenta las posibilidades de encontrar el origen de la anomalía en el vehículo, así como identificar los elementos dañados del sistema, para luego proceder a su reparación o sustitución de forma eficiente y exitosa.
El modelo o secuencia de pautas lógicas a seguir durante el diagnóstico, resulta fundamental para localizar la avería y determinar su posible solución, optimizando tanto los recursos disponibles como los tiempos de reparación.
De poco sirve seguir unos pasos de forma ordenada si el técnico carece de los conocimientos necesarios para el desempeño de su labor. La formación del profesional reparador y el conocimiento de los diferentes sistemas del vehículo y sus componentes tanto eléctricos como mecánicos resulta de vital importancia a la hora tanto de la de diagnosis como de la reparación. La disponibilidad de herramientas y útiles es tan necesaria como el conocimiento de las técnicas correctas para manejo de diferentes equipos como: máquinas de diagnosis por OBD, alineadores de dirección, estaciones de carga de A/A, equilibradoras de ruedas, medidores electrónicos, comprobadores de baterías, osciloscopios, regloscopios, etc.
No se debe olvidar, que la diagnosis de un vehículo comienza en el momento de su recepción en el taller, con la realización de preguntas concisas y entendibles para el cliente. Es probable que el recepcionista deba transmitir la información recibida a la persona encargada de la reparación, debiendo evitarse cualquier pérdida de información en el proceso. Tras un diagnóstico acertado y la reparación eficiente del vehículo, el técnico podrá constatar en muchos casos, la satisfacción del cliente en el momento de la entrega del vehículo.
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Power Transmission

28.02.2024
El factor determinante para la creación del automóvil fue, por extraño que parezca, la creación del sistema de transmisión. La unión de los motores de combustión interna estacionarios con las estructuras de los carruajes de caballos ya existentes tan solo necesitó la invención de un sistema capaz de transmitir la fuerza y el movimiento desde su origen, el motor, hasta las ruedas. Sin embargo la tarea no resultó sencilla, dando lugar al desarrollo de todo un sistema mecánico que tras años de estudio y evolución es capaz de transmitir, interrumpir y transformar la fuerza para adecuarla a las necesidades de la circulación de los vehículos por la variable superficie terrestre.
Hoy en día el diseño del sistema de transmisión es factor clave en las prestaciones, consumos y calidad dinámica de los automóviles, siendo su estudio y desarrollo tan necesario como el del propio motor. De poco sirve un motor excepcional si su potencial no logra transmitirse debidamente a las ruedas y transformarse en desplazamiento.
El presente artículo pretende dar a conocer el origen del sistema de transmisión, los fenómenos físicos relacionados con la transmisión de fuerza en los vehículos, así como los diferentes elementos que forman el sistema encargado de esta tarea, haciendo especial hincapié en el sistema de embrague.
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Injection Systems with LPG and CNG

28.02.2024
Las cada vez más restrictivas normas anticontaminación obligan a los fabricantes de automóviles al desarrollo de vehículos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Una de las tecnologías recientemente impulsadas por los constructores es el desarrollo de motores alimentados con gas, solución que ya se aplicaba desde hace años como modificación por cuestiones económicas.
Los vehículos bicombustible o bi-fuel se caracterizan por la utilización de motores de combustión interna que pueden trabajar con dos combustibles diferentes, normalmente la gasolina y un gas comprimido (GLP, GNC o GNL). No obstante, también se pueden encontrar motores diésel (sobre todo en vehículos industriales) que trabajan con gasoil y alguno de los gases mencionados.

La utilización de estos gases aporta las siguientes ventajas:
Una combustión más limpia junto a una notable reducción de CO2 y de emisiones contaminantes (NOx, CO, PM…).
Es un combustible más económico que la gasolina.
El motor de combustión sufre un desgaste muy inferior a otro que utiliza únicamente gasolina, pues el gas deja una cantidad inferior de residuos en el mismo y no contamina el lubricante.
El motor es más silencioso y las vibraciones son menores al funcionar con gas.
La gran mayoría de vehículos gasolina pueden ser reconvertidos a GLP, ya que su funcionamiento es muy similar y la instalación del equipo necesario no es muy complicada.
Posibilidad de mayor autonomía al utilizar dos combustibles.
No obstante, también tiene sus inconvenientes:
El precio de reconvertir un vehículo a gas es elevado.
El consumo en masa de combustible resulta entre un 5 y un 10 % superior en gas con respecto al funcionamiento a gasolina.
La potencia del motor se reduce hasta un 10 % dependiendo del gas.
El número de estaciones de servicio para el repostaje, según el país, puede ser limitado, en especial para el GNC y GNL.
El repostaje es ligeramente más complicado de realizar que la operación tradicional de repostaje de vehículos gasolina y diésel.
En motores no específicos es necesaria la utilización de aditivos para evitar el resecado y desgaste prematuro de los asientos de las válvulas.
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